Travis y Daria

En esta web de citas esperaba conocer al hombre de mi vida y, gracias a ella, mis sueños se han hecho realidad.

Corría el año 2017. Por aquel entonces sí que visitaba la página, pero no tenía tiempo para ello por estar estudiando en la Universidad. Pero allí conocí a un hombre y no podía quitármelo de la cabeza, así que encontramos la oportunidad de comunicarnos y conocernos mejor con la ayuda de cartas.

Se llama Travis y es de Estados Unidos, de Chicago. Suena extraño, pero no dejaba de preguntarme si era posible enamorarse de un hombre sólo a través de la correspondencia. Ahora sé que es posible, y conocerle me ha hecho la mujer más feliz del mundo. Piensa en lo increíble que es: somos dos personas de lugares del mundo completamente distintos, ¡pero nos encontramos y nos enamoramos! Creo que el destino nos unió. Nos escribimos durante seis meses antes de conocernos en persona. Era tan romántico que cada día soñaba con que nos conociéramos y estuviéramos juntos. Nos habíamos conocido en nuestras cartas y nos dimos cuenta de que estábamos hechos el uno para el otro. Nos escribíamos que nos echábamos de menos y yo sentía su apoyo y su amor incluso sólo a través de las cartas. No nos habíamos oído hasta el encuentro y eso no hizo más que avivar nuestro interés romántico.

Así que, después de un millón de cartas llenas de amor y respeto, ¡por fin nos conocimos! Fue increíble Estaba un poco preocupada antes del encuentro, pero en cuanto nuestros ojos se cruzaron me sentí tan tranquila, relajada y feliz Tenía incluso mejor aspecto que en las fotos que había enviado durante nuestra correspondencia. Y su voz era tan varonil y segura. Vi que él también se preocupaba y eso me conquistó. En ese primer encuentro hablamos de todo. Teníamos tanto en común y tantas cosas de las que hablar. Nunca me había reído tanto: ¡este hombre tiene un sentido del humor impresionante! No queríamos despedirnos, queríamos que esos momentos duraran para siempre. Caminamos por la calle y vimos un lago en el parque donde nadaban cisnes, así que decidimos darles de comer y pedir un deseo. Dicen que los cisnes que forman una pareja nunca se separarán, es para toda la vida. Creo que verlos el día de nuestro encuentro fue una buena señal Cuando recuerdo ese día me siento tan feliz y me da tanta energía positiva Nunca olvidaré ese día Después, Travis me dijo que todo había ido incluso mejor de lo que esperaba. Sabía que mi inglés era muy pobre en ese momento, así que tuvimos un traductor que nos ayudó a comunicarnos. Ahora asisto a un curso en el que aprendo inglés, así que nos resulta más fácil entendernos.

Mi vida ha cambiado mucho desde aquel encuentro Gracias a la web, dos personas de diferentes partes del planeta se conocieron. Es un verdadero milagro.

Daria

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