Jon y Lilit

Espero que mi historia sea un gran ejemplo para los demás y les muestre que no deben tener miedo, que deben hacer algo de verdad y buscar su felicidad.

Recuerdo la primera vez que recibí una carta de Jon. Era un buen día y en ese momento pensé, ¿por qué no? Por qué no intentarlo, porque parecía que teníamos algo en común. Decidí conocerle y cada vez que recibía una carta recuerdo que mi día siempre parecía más alegre. Esperaba cada día una de sus cartas. De hecho, mantuvimos correspondencia durante mucho tiempo para conocernos a fondo, nuestras características, habilidades, intereses, así como nuestras esperanzas y planes para el futuro. Es una sensación agradable cuando te levantas por la mañana y lo primero que haces es mirar el correo para ver si te ha vuelto a escribir. Me encantaba esa sensación, me encantaba sentirme apreciada y cuidada.

Después de escribirnos durante algún tiempo, Jon vino a Armenia y nos vimos por primera vez en la vida real. Fue tan agradable ver cómo todo aquello sobre lo que había leído en sus cartas se convertía en una persona real. Sentí que era él, que era el hombre con el que quería estar para siempre.

Por eso, después de su visita, me fui a Australia para encontrarme con él también allí. Afortunadamente, el destino tomó una decisión por nosotros y, mientras estaba en Australia, decidimos casarnos, así que me quedé allí y nos convertimos en marido y mujer.

Ahora tengo una vida feliz y emocionante con un marido maravilloso que siempre está ahí para quererme y apoyarme.

Lilit

Mi Lilit de Armenia es todo para mí: mujer, compañera, amante, diosa. La amo, la necesito, la deseo y la adoro, y el 21 de febrero la convertí en mi esposa. Me adora y me demuestra su amor de muchas maneras maravillosas. ¿Cómo puede un profesor de teatro de 54 años de Adelaida tener tanta suerte?

Mi mujer, armenia, de 42 años, lleva toda la vida esperando a un hombre que la ame con pasión y devoción y la cuide como su belleza exige. Es bella por fuera, pero lo es aún más en su mente, su corazón y su alma.

Si esto es lo que usted, el hombre occidental que lee este perfil, desea, vaya a por ello, hermano mío. ¿Qué tiene que temer, salvo algún extracto de la tarjeta de crédito que le asuste un poco y la consternación de familiares y amigos que nunca salieron de la plaza y, por tanto, no entienden lo que está pensando? Créeme, puedes cambiar todo eso y hacer realidad tus sueños, si te respaldas a ti mismo como un hombre íntegro y con suficiente substancia para permitirte algún viaje internacional y la inteligencia y el valor para lidiar con un amor floreciente en dos idiomas diferentes. Mis amigos y mi familia pasaron de considerarme alguien blando de cabeza a un grupo que abrazó a mi Lilit como hermana y amiga y la convirtió en parte de la familia. Tú también puedes hacerlo.

Nuestro visado inicial de tres meses en Adelaida (Australia Meridional) ha transcurrido como en un hermoso sueño, tras diez días juntos en Ereván, la capital de Armenia. Compartimos una Navidad y un Año Nuevo australianos y ella se ha quedado los tres meses máximos que permite su visado inicial para Australia. El protocolo dicta que el hombre debe visitar a la mujer en su país de origen al principio, como hice yo.

Animo a todos los hombres occidentales de sangre roja que busquen una mujer femenina, bella y cariñosa como esposa a explorar este sitio. Sea sincero consigo mismo y con la mujer que ha elegido. Inviertan tiempo y dinero y serán recompensados con mucho amor y alegría, como yo lo he hecho.

Nos casamos justo antes de que el visado de turista de Lilit la obligara a regresar a Armenia. Hemos empezado a planificar su regreso con un visado de cónyuge. Animo a todos los hombres occidentales que busquen una esposa bella y cariñosa a que no busquen más allá de este sitio web bien gestionado para encontrar la respuesta a sus sueños y deseos.

No se dejen intimidar por la burocracia, a pesar de la cantidad de ella. Si eres sincero y fiel a ti mismo y a la dama que encuentres, conocerás la felicidad que ahora compartimos mi Lilit y yo. Como dice el anuncio: Simplemente hazlo.

Jon