Austin, Estados Unidos, Florida

No importaba que mi Elena viviera a miles de kilómetros de distancia y no importaba que para empezar necesitáramos un traductor que nos ayudara a conversar, todo encajó cuando empezamos a hablar. Ambos sentimos que hemos nacido el uno para el otro. ¡Gracias por vuestra gran ayuda!

Este texto ha sido traducido automáticamente, para ver el original pulse aquí
[ 0.0413 ]