Julia de Bryansk, Russia
Hola, ¡Alto! Sé que millones de mujeres te están escribiendo en este momento, ¡pero quiero que prestes atención a esta pequeña pero muy importante carta! Así que es hora de presentarme, ¡me llamo Julia! ¿Por qué te he pedido que pares? Hmm, sólo quiero contarte sobre mi viaje a Eslovaquia... No voy a mentir: no me iba de vacaciones a Eslovaquia. Sucedió que, por motivos de trabajo, tuve la suerte de pasar varios días en este hermoso país. |
Eslovaquia no es nada popular entre los turistas, pero a mí me gusta visitar lugares desconocidos para ellos. Cuando llegué al país salí inmediatamente a las montañas que estaban cubiertas de nieve y donde altos árboles se recortaban en las nubes... Sentí todo el aire fresco y el espacio abierto y lo más importante que sentí fue libertad, libertad de pensamiento y de acción. Mi alma parecía volar, era tan vertiginoso... Me enamoré de aquellas vistas... |
Tuve la idea de cómo me gustaría tener las mismas sensaciones pero no de los lugares hermosos, sino sentir el mismo placer de enamorarse, porque el alma puede encontrar la paz y la tranquilidad no sólo de los viajes. ¡¡¡Cuando mi corazón ama, me gustaría enamorarme y sentir el mismo vértigo que sentí en aquellas montañas!!! El amor es un vuelo, un vuelo hacia lo desconocido, ¡¡¡pero esta incertidumbre es tan peligrosamente misteriosa como las altas montañas penetrantes!!! ¡El amor es inspiración! ¡El amor es vida! Tuya, |