Julia y Hotser

Hace poco tiempo no podía imaginar que alguna vez me aventuraría en semejante misión de buscar el amor en el extranjero. Llevaba años sin encontrar a mi "otra mitad" y me di cuenta de que mi perspectiva difería de la local, así que decidí ampliar mi búsqueda a otras partes del mundo.

Cuando no tienes dudas y estás dispuesta a dejarte llevar por la determinación, el destino no te hace esperar demasiado. Y realmente encontré a un hombre cuya personalidad, humor y conocimientos captaron mi interés. No esperaba tomar una decisión rápida y nos di tiempo para conocernos mejor. Pero la intensidad de nuestra comunicación creció rápidamente y nos dimos cuenta de que salir en la vida real era el siguiente paso necesario.

Como todo un caballero, me propuso visitar mi país y conocer mi vida. Recuerdo esa sensación de expectación que me mantuvo despierta toda la noche. Estábamos bastante nerviosos cuando nos conocimos, pero muy pronto nos sentimos cómodos el uno con el otro.

Fui una guía para mi visitante, mostrando mi ciudad y mi cultura. Puedo añadir que la diferencia cultural no es un defecto, sino todo lo contrario, es una forma de ampliar nuestros horizontes culturales y explorar el alma de tu pareja.

Mi visitante me dio una sensación de seguridad al venir a verme primero y, para mí, fue toda una proeza por su parte. Pasamos un fin de semana estupendo y extraordinario juntos y, por supuesto, nos alegramos de que esa suerte hubiera llegado a nuestras vidas. La cita fue un paso muy importante en el desarrollo de nuestra relación y estoy seguro de que en el futuro daremos muchos otros pasos que nos unirán más.

Me gustaría dar un consejo a los que aún están buscando pareja: nunca cerréis vuestro corazón, os escondáis detrás de prejuicios o finjáis indiferencia. Deja que tu corazón sienta y escúchalo con atención, ¡a veces sabe lo que necesitas mejor que tu mente racional!

¡Lo bueno se hace esperar!

Julia

Este texto ha sido traducido automáticamente, para ver el original pulse aquí
[ 0.0206 ]